Hay amistades que se forjan entre cables, consolas y largas jornadas creativas. De esas que empiezan con un café y terminan con un track finalizado a las tres de la mañana. Así es la historia que comparto con Rafa Rodríguez y Chava Carreón.
Nos conocimos en Pianica Studio, un estudio que en su momento fue nuestro espacio de experimentación y creación. Ahí, entre sesiones interminables y risas espontáneas, aprendimos a leer cada gesto, a anticipar ideas y a encontrar esa chispa que solo surge cuando la química del equipo es genuina.
Hoy, nuestros caminos se cruzan de nuevo con Beatamina, su nuevo proyecto que refleja toda esa pasión por el audio y la música. Volver a colaborar con ellos es como reencontrarse con un viejo riff que nunca pierde su magia.
Es curioso cómo los años pueden cambiar muchas cosas, pero no esa conexión que se forma cuando las personas se entienden.
Gracias, Rafa y Chava, por seguir compartiendo este viaje sonoro. Aquí seguimos, mezclando ideas.